El trueque

Tenía 2 problemas.

Por un lado un carro muy lindo, de esos que se abren y tienen una carpa adentro. Inmensa, 4 camas, espacio de sobra, una antecarpa para usar de comedor... etc. Pero con la desventaja de que hay que armarlo. Cada vez que uno llega a un lugar hay que tomarse mas de 1 hora en montar todo el circo, carpas, camas, mesa, sillas, anafe, etc, etc, etc.

Y por otro lado el Citroën Visa, del que ya hablé en este blog cuando lo llevé a mi casa, algún intento de arreglarlo, y la última cuando me encontré con que el motor no se podía reparar. Por lo que no sabía muy bien que hacer con él. No me quedaban muchas mas alternativas que conseguirle otro, y no era cosa fácil.

Es por eso que hacía bastante tiempo tenía un par de ideas dando vueltas, por un lado cambiar el carro por alguna casilla rodante, algo que pudiera reparar o armar a mi gusto; y por el otro ver como me deshacía del Visa, o como le conseguía algún donante de mecánica.

Hace varios días vi una Kombi VW casi abandonada, pero de las primeras, a mi entender las mas lindas. Un día pasé y pregunté si la vendían y si les interesaba una permuta por el carro, con la idea de hacerme algo para viajar.

Resumiendo, arreglamos el cambio del carro + el Visa por la Kombi, la cual acá presento (no se asusten!).

Ayer por fin llegó a casa, donde ahora descansa con sus nuevos compañeros, esperando ella también que algún día la restaure para poder salir a pasear